Posiblemente una de las claves de nuestra práctica espiritual sea la receptividad. La capacidad de dejar de sentir que estamos sentad@s al volante de nuestra vida y que tenemos que dirigir con gran velocidad y responsabilidad toda nuestra carrera.
La receptividad nos invita a sentir que nos dejamos llevar, a disfrutar de recibir, de valorar, de agradecer. A saber recibir la ayuda y los milagros que nos rodean, a saber que no estamos sol@s, que formamos parte de todo…
Bienvenid@ a este viaje. Comparto un fragmento del final de una de las clases online, que corresponde con la relajación y pequeña contemplación final. Espero que lo disfrutéis.
Más información de las actividades presenciales y por videoconferencia aquí.
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