Rutinas de yoga para las vacaciones

En las últimas semanas de curso hay un tema recurrente en las clases de yoga: ¿Y en verano, qué?
– Yo… nada de nada.
– Yo… lo intento pero me cuesta.
– Yo… busco ratitos para hacer prácticas sencillas por mi cuenta.
– Yo… si no practico, ¡me muero!

Sea como sea tu caso, disfruta muchísimo el mes de agosto, ya sigas trabajando o te tomes un respiro. Cuídate del calor y ¡desconecta a tope! Pero no de todo, aquello que te sienta bien, ¿por qué no llevarlo en la mochila? Aquí te sugiero algunas prácticas que no ocuparán mucho espacio.

Nada más levantarte

Despeja tu mente con unas respiraciones profundas y un minuto en el que no te adelantes a pensar en lo que vas a hacer hoy. Siente tu cuerpo y desperézate con unos estiramientos espontáneos, como los gatos. Pon tu intención en tener un día alineado con tu espíritu, en el que respondas a cada situación con los pies en la tierra y el corazón lleno de compasión. Si tienes tiempo, haz unos saludos al sol.

Antes de dormir

Este es un momento genial para dejar atrás los estímulos del día y darle un mimo a tu cuerpo para que se relaje y la atención se aleje de la ajetreada mente. Respiraciones profundas, automasaje (un punto más si usas aceites esenciales), y una meditación con un mantra, o una vela, o simplemente una relajación tumbada sintiendo las sensaciones en todo el cuerpo. ¡Y a dormir!

Durante el día

En vacaciones no desconectes del todo de tu práctica. Incorpora algunas prácticas, una sesión de yoga completa el día que tengas tiempo, unos estiramientos de pie cuando te levantes de la silla, una breve pausa para respirar profundo cuando vayas al baño, un agradecimiento al universo cuando comas tu comida, un momento para meditar y vaciar tu mente cuando estés a solas… eso son las verdaderas vacaciones.

Yoga refrescante

Usa tu lengua, no solo para refrescarte con un helado, sino para esta respiración de yoga. Se llama Shitali pranayama y es una de las pocas en las que inhalamos por la boca. Hay dos opciones: o bien sacamos la lengua y la ponemos en forma de U o cerramos los labios como diciendo una U dejando que el aire entre por este espacio chiquitito. Exhalamos por la nariz. Notarás que el aire que entra por tu boca está más frío que el que sale por tu nariz. Hazlo unos minutos cuando quieras sentir alivio del calor, es el aire acondicionado yogui.

Nos vemos en septiembre

El día 1 comenzamos las clases presenciales y online, reserva tu plaza si no lo has hecho ya y di sí a mantener tu salud y equilibrio. ¡Qué bien nos sienta cuidarnos y qué de beneficios tiene para nuestro entorno!