Sesiones de poco más de una hora donde nos vaciamos de la pesada carga mental, escuchamos nuestro cuerpo desde un lugar de conexión profunda, y encontramos la quietud, la fuerza y la inspiración en el silencio de la meditación.
¿En qué consiste una clase de yoga?
Bienvenida. Siempre comenzamos con un momento de quietud, consciencia y respiración, para parar el ritmo del día y empezar el del yoga.
Calentamiento. Luego empezamos a movernos poco a poco con ejercicios suaves de calentamiento y estiramiento (sobre todo espalda, hombros, cuello, muñecas…).
Vamos allá. Iremos, gradualmente, avanzando en la práctica de asanas (posturas) y karanas (posturas encadenadas); a menudo con pausas entre ejercicios para observar las sensaciones. Pasamos de estar sentad@s a estar a cuatro patas y a hacer posturas de pie, con lo que trabajamos (tono, movilidad, flexibilidad, estiramiento…) tanto brazos como piernas.
Antes de acabar. Hacia el final de la sesión solemos incluir trabajo de zonas específicas como suelo pélvico y abdomen, estiramientos de cuádriceps, apertura de caderas…
¡Por fin! Siempre acabamos con unos minutos de relajación profunda y una pequeña práctica de meditación o respiración.
Aunque el esquema viene a ser parecido en todas las clases, las secuencias, los ejercicios y el enfoque van cambiando entre sesiones. Si te interesa saber un poco más, visita el apartado Yoga.
Si te gustan, ahora puedes participar en las sesiones de yoga y meditación en directo, a través de Zoom. O acceder a sus grabaciones después, a través de la escuela online.
En Youtube encontrarás algunas de ejemplo.
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