Isabel Vives


Hace cuatro años descubrí la práctica de yoga gracias a Ana. Desde el primer momento sentí que formar parte de sus clases era un placer ya que todo lo que ella transmite propicia un ambiente de calma pero a la vez de motivación individual, haciéndonos sentir a cada uno de nosotros que podemos adaptar individualmente la práctica, independientemente de nuestra edad o de nuestra condición física, creando un ambiente distendido, alegre y divertido pero a la vez «trabajador». Consigue que durante los minutos que dura la clase no pensemos en nada más que en el momento presente, evadiéndonos de las obligaciones y/o preocupaciones.