¿Qué es la meditación?

Para unos es no reacción, quietud. Para otros es fluir, danzar. Para unos éxtasis, para otros vacío. Yo creo que ambas versiones tienen mucho de cierto.
Cuando salimos del terreno donde reina la lógica, descripciones opuestas son válidas y a la vez sigue siendo inefable, indescriptible, porque no se corresponde con las experiencias para las que tenemos lenguaje desarrollado.

Cada definición y técnica de meditación tiene detrás un propósito y una forma de ver la vida. Yo te invito a encontrar la tuya. Las técnicas nos pueden ayudar mucho, hemos de reconocerles su valor y hacer uso de ellas con mucho respeto y gratitud, pero sin perderse en ellas. Un dicho nos recuerda que muchos dedos apuntan a la luna, pero que los dedos no son la luna misma. Las técnicas, como los dedos, son sólo herramientas. La meditación es la experiencia.

Es hacer un reset y aterrizar en el momento presente. Es vaciarse de todo y darse cuenta de que no estás vacío sino lleno, pero no lleno de ti mismo, sino lleno de lo mismo que están llenos los demás, vida en términos absolutos. Posiblemente hayas tenido experiencias en las que has sentido algo así en algún momento de tu vida: cuando la realidad te sorprende y te atrapa el momento presente, cuando te sientes pequeña y grande a la vez, cuando te sientes asombrada, maravillada, viva y agradecida, abierta, sin límites, sientes que formas parte de esto y que esto es parte de ti.

Pero no vamos a llenarnos de palabras, lo más importante de la meditación, lo descubriremos practicando.